Mi perro no quiere comer: causas y soluciones

Cuando tu perro deja de comer, es difícil no preocuparse. A veces es solo un día raro, otras veces, su cuerpo está diciendo que algo no va bien. Saber por qué tu perro no quiere comer es el primer paso para acompañarlo y darle lo que necesita.

En esta guía te explicamos las causas más comunes de pérdida de apetito en perros, cómo identificarlas y qué puedes hacer en casa (o cuándo es mejor consultar con el veterinario). Porque cuando tu perro cambia su rutina, tú lo notas. Y aquí estamos para ayudarte a entender qué está pasando.

Causas más frecuentes por las que tu perro no quiere comer

Cuando tu peludo rechaza la comida, su forma de decir “algo me pasa” es silenciosa, pero muy clara. Puede ser desde un simple capricho hasta una molestia que necesita atención. Lo importante es no ignorarlo y empezar por entender qué podría haber detrás.

Aquí te contamos las razones más comunes por las que un perro pierde el apetito, para que puedas observar con más tranquilidad y actuar con criterio

Problemas de salud

A veces, lo que parece desgana es simplemente que tu perro no se siente bien. Dolor de estómago, fiebre, una infección, o incluso molestias en los dientes pueden hacer que deje su plato intacto. Aunque no siempre hay síntomas evidentes, su cuerpo puede estar librando una batalla interna. Si pasan uno o dos días sin que coma, lo mejor es consultar con el veterinario cuanto antes.

Estrés o cambios en el entorno

Sí, los perros también se estresan. Una mudanza, la llegada de otro animal, un nuevo bebé en casa o incluso una tormenta pueden alterar su rutina y quitarles las ganas de comer. Ellos no entienden del todo lo que pasa, pero notan todos los cambios. En esos momentos, un ambiente tranquilo y mucho cariño pueden ayudarles a transitar mejor los cambios.

Alimentación inadecuada o aburrimiento

¿Comerías lo mismo todos los días durante años? Pues tu perro tampoco. Si su comida es siempre igual o ha perdido frescura, puede que ya no le motive tanto. Algunos incluso rechazan el alimento si no tiene buen olor o textura. Variar de vez en cuando, o simplemente calentar y echar un poco de aceite a su comida, puede devolverle el interés.

Exceso de premios o comida humana

A veces, sin darnos cuenta, llenamos a nuestro perro de golosinas y sobras pensando que le estamos dando un premio… y lo que logramos es quitarle el hambre real. Si ya está lleno con lo que le das entre comidas, ¿para qué comer su pienso? Es importante encontrar un equilibrio y reservar los premios solo para ocasiones puntuales y, recuerda, mejor si son premios caseros.

Cambios hormonales o envejecimiento

El tiempo pasa también para ellos. Los perros mayores tienden a perder apetito poco a poco, a veces por un metabolismo más lento, otras por problemas hormonales o simplemente porque ya no huelen ni mastican igual. No es que dejen de disfrutar la comida, es que necesitan una alimentación adaptada a su nueva etapa. Una dieta blanda, tibia y con sabores suaves puede ser justo lo que necesitan para volver a comer con gusto.


          Te interesa: ¿Cuánto tarda un perro en digerir su comida?


Cómo abrir el apetito a tu perro con medicamentos

Cuando la pérdida de apetito tiene una causa médica clara, hay opciones farmacológicas que pueden ayudar a que tu perro vuelva a comer con más regularidad. Los veterinarios suelen recurrir a fármacos como la mirtazapina, que actúa sobre el sistema nervioso central para estimular el apetito, o la capromorelina, un medicamento más reciente que imita la acción de la grelina, la hormona del hambre. Estos tratamientos están pensados para casos concretos, como enfermedades crónicas, postoperatorios o situaciones donde hay riesgo de desnutrición. 

Lo importante es que estos medicamentos solo deben usarse bajo prescripción veterinaria, ya que una mala dosis o un uso inadecuado puede empeorar el cuadro clínico. Además, tu veterinario tendrá en cuenta otros factores como la edad, el peso y el estado general del perro antes de decidir cuál es el más adecuado. Si notas que tu perro no come durante más de 48 horas, no esperes y vuelve a acudir a la clínica cuanto antes.

Ideas y remedios naturales para abrir el apetito a tu perro

Cuando tu perro pierde el interés por la comida, no siempre hace falta recurrir directamente a un medicamento. A veces, con pequeños gestos en casa, puedes volver a despertar su apetito de forma suave y respetuosa con su cuerpo.

Aquí te dejamos algunas ideas naturales, seguras y muy efectivas para hacer que vuelva a mirar su cuenco con más ganas.

Calentar ligeramente la comida

El olfato manda. Y en los perros, el aroma es muchas veces lo que abre el apetito. Si calientas su comida húmeda unos segundos en el microondas, los olores se intensifican, y eso puede marcar la diferencia, sobre todo en perros mayores o con el olfato algo apagado.

Solo recuerda que esté templada, nunca caliente. Lo ideal es que al probarla tú no te quemes.

Añadir caldo natural sin sal

Un chorrito de caldo de pollo o ternera casero puede hacer maravillas. No solo mejora el sabor, también hidrata, algo muy útil si tu perro está comiendo menos y bebiendo poco.

Prepáralo en casa con huesos y verduras (pero sin sal, ni cebolla ni ajo) y guárdalo en porciones pequeñas en el congelador. Es un truco simple que puede transformar una comida aburrida en algo que le apetezca de verdad.

Combina su comida con alimentos frescos o húmedos

A veces solo necesita un empujón. Añadir un poco de comida húmeda de calidad o trocitos de pollo o pavo cocidos (sin sal ni condimentos) puede ayudar a que vuelva a interesarse por su comida.

Puedes mezclarlo con su pienso habitual o dárselo aparte, según cómo le guste más. También es una buena opción para perros con molestias dentales, ya que la textura blanda les resulta más fácil de masticar.

Espolvorea un poco de levadura de cerveza

La levadura de cerveza es un complemento natural rico en vitaminas del grupo B, que no solo favorece la salud de la piel y el pelaje, sino que también puede abrir el apetito de forma natural. Tiene un sabor agradable para muchos perros y puede espolvorearse sobre su comida habitual. Ten en cuenta que hay que utilizarla con moderación y asegurarse de que no tenga añadidos innecesarios. En perros con alergias o sensibilidad alimentaria, es mejor probarla poco a poco y ver cómo reacciona.

Divide su comida en pequeñas raciones

A algunos perros les abruma ver un cuenco lleno de comida. Repartir su ración diaria en 3 o 4 porciones pequeñas puede ayudarles a comer con más calma y sin presión.

Este truco funciona muy bien en perros con digestiones sensibles o que están recuperándose. Si ves que le funciona mejor este ritmo, puedes convertirlo en parte de su rutina diaria.


          Más información: Frecuencia de comidas para perros adultos


Consejos para que tu perro no pierda el apetito

El apetito de tu perro es una señal directa de cómo se siente. Y aunque hay veces en las que la causa es médica, muchas veces ese desinterés por la comida puede evitarse con pequeños gestos del día a día. La clave está en observarle, mantener una rutina y hacer de la hora de comer un momento agradable.

Establece horarios fijos para las comidas

El apetito de tu perro es una señal directa de cómo se siente. Y aunque hay veces en las que la causa es médica, muchas veces ese desinterés por la comida puede evitarse con pequeños gestos del día a día. La clave está en observarle, mantener una rutina y hacer de la hora de comer un momento agradable.

Evita el estrés, sobre todo en el momento de comer

Un entorno tenso puede hacer que tu perro relacione la comida con incomodidad. Busca un rincón tranquilo para sus comidas, sin ruidos, gritos ni interrupciones constantes. Si en casa hay cambios importantes (obras, mudanzas, visitas), puede necesitar un tiempo para adaptarse antes de recuperar el apetito. Y eso está bien: acompañarlo con calma es también parte del cuidado.

Mantén su comida en condiciones óptimas

El olfato de tu perro es mil veces más sensible que el tuyo. Si la comida no está bien conservada, lo notará enseguida. Guarda el pienso en envases herméticos, en un lugar fresco y seco, y vigila siempre las fechas de caducidad. Si le das comida húmeda o natural, mantenla refrigerada y sírvela a temperatura ambiente o ligeramente templada. Una mala conservación puede quitarle las ganas de comer… o peor, causarle molestias digestivas.

Ajusta la dieta a sus necesidades reales

Lo que antes le sentaba bien puede dejar de hacerlo. Y no pasa nada. Cada etapa de su vida tiene necesidades diferentes, y su dieta debe acompañarlas. Si empieza a rechazar su comida habitual, habla con el veterinario o con un nutricionista canino. Puede que necesite una textura distinta, un sabor nuevo o una fórmula más digestiva.

Una dieta personalizada puede marcar una gran diferencia en su apetito… y en su bienestar.

Fomenta su actividad

El movimiento también despierta el hambre. Un perro activo suele tener un metabolismo más equilibrado y un apetito más regular. Paseos, juegos, estimulación mental… todo eso no solo le hace feliz, también ayuda a que tenga más ganas de comer. Solo recuerda no darle comida justo después de hacer ejercicio intenso: espera entre 30 y 60 minutos para evitar problemas digestivos como la torsión gástrica.

En Flippo, sabemos que cuando un perro come bien, vive mejor. Por eso diseñamos recetas naturales que no solo alimentan, sino que también despiertan el apetito incluso en los días más flojos. Solo usamos ingredientes frescos, reales y de calidad, pensados para cuidar de su salud desde el primer bocado.

Porque alimentar bien es otra forma de quererle como se merece.